Casas inteligentes: confort, seguridad, eficiencia y calidad de vida class="post-template-default single single-post postid-25266 single-format-standard extensive-vc-1.9.1 evc-predefined-style wpb-js-composer js-comp-ver-8.0.1 vc_responsive">

Casas inteligentes: confort, seguridad, eficiencia y calidad de vida

Casas inteligentes, confort, seguridad, eficiencia y calidad de vida. Controlar la temperatura desde el móvil, activar o desactivar la alarma o apagar y encender las luces con la voz son algunas de las acciones que hoy en día nos permite la tecnología en un hogar inteligente. Estos avances mejoran nuestra calidad de vida y permiten una gestión más eficiente de los recursos.

Así, en este conjunto de tecnologías aplicadas al hogar o domótica encontramos ejemplos para:

Iluminación. Actualmente se puede controlar la iluminación de nuestros hogares u oficinas desde un dispositivo móvil. Bajar la intensidad según la hora del día o controlar el tiempo de encendido. Así, por ejemplo, podemos ahorrar energía cuando recibimos luz natural, ya que los sensores apagan la lámparas.

Climatización. En un hogar smart podemos dirigir a distancia el termostato de las habitaciones y configurar los dispositivos. Programar una temperatura específica para cada estancia, además de controlar, entre otros elementos, el aire acondicionado o la calefacción.

Apertura y cierre. Abrir y cerrara las puertas y ventanas; subir y bajar persianas o controlar la puerta del garaje son características de las casas inteligentes.

Bloqueos y accesos. Gracias al control remoto de puertas podemos bloquearlas o garantizar el libre acceso. Para conseguirlo, los hogares inteligentes disponen de dispositivos como cerraduras smart o teclados numéricos, entre otros.

Seguridad. Sensores que dotan de inteligencia las alarmas y cámaras de seguridad, con grabaciones continuas.

Ocio y multimedia. Los elementos hiperconectados de las casas inteligentes permiten acceder desde cualquier lugar a los dispositivos de ocio. Así, podemos encender la televisión a través de la voz o integrar altavoces en distintas habitaciones para que el sonido se traslade entre ellas.

Purificación del espacio. Sensores que analizan la calidad del aire y detectan si hay demasiada polución para así activar un extractor y purificar el aire. Estos aparatos ayudan a mantener limpio el aire, disminuyendo el riesgo de contagio por coronavirus y luchando contra alergias y enfermedades respiratorias.


Los datos para mejorar la calidad de vida

Lo mejor de todas estas aplicaciones es que podemos extraer datos sobre cómo las usamos. Esta información que generamos a través de nuestro día a día será muy útil para mejorar la calidad de vida e impulsará, de forma indirecta, a la Smart City.

Nuestros hogares conectados generan datos que podemos compartir con la Administración Pública para que analice, entre otros, el consumo de los ciudadanos. Hablar de hogares inteligentes no es solo hablar de sensores ubicados por toda la casa, es poner en práctica las tecnologías que se disponen para mejorar eficiencia, la sostenibilidad y mejorar la calidad de vida.

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