1. Más tiempo libre
El Internet de las Cosas permite una mejora, por ejemplo, en la gestión de la movilidad, ya sea para mejorar el tráfico urbano y disminuir los tiempos de búsqueda de aparcamiento; como para reducir las colas y los tiempos de espera en las oficinas y los centros de salud, entre otros aspectos.
2. Nuevas oportunidades de negocio
En una Smart City se incrementan las oportunidad de negocio. Surgen nuevos servicios.
3. Más seguridad
Los dispositivos inteligentes anticipan cualquier posible incidencia antes de que ocurra.
4. Eficiencia energética
Asimismo, estos dispositivos inteligentes informan de su uso y gasto de energía, lo que facilita el poder adaptar las rutinas para tratar de generar un consumo más eficiente y un ahorro para los usuarios.
5. Entorno saludable
Al disminuir el uso de energía, los ciudadanos se benefician de un entorno más saludable y sostenible. Las Smart Cites mejoran el urbanismo y el entorno. Tienen más zonas verdes y más zonas periféricas.
6. Transparencia de las administraciones.
Una ciudad Inteligente mejora la transparencia de las administraciones locales al facilitar a los ciudadanos información en tiempo real. También, se reduce el gasto público debido a la fácil identificación de las necesidades de la urbe.
Las ciudades del mundo han empezado ya su transformación, con políticas más eficientes, sostenibles y transparentes.
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